Proponemos entregar la medalla Princesa de Asturias al deporte de este año a Javier Fernandez Lopez

Los deportes minoritarios son más minoritarios, si cabe, en España. Es un pez que se muerde la cola; si no hay deportistas, no hay instalaciones, y si no hay instalaciones, el apuntarse a ellos resulta carísimo, y por lo tanto, hay pocos deportistas.

En este caso, Javier Fernández ha conseguido una gesta histórica; tres veces consecutivas campeón de Europa y hace 24 horas escasas, campeón del mundo, todo debido a un esfuerzo increíble no sólo de él, sino de su familia, que lo dejó ir sin ni siquiera tener la mayoría de edad al extranjero, prácticamente solo, sin un euro en el bolsillo, sin más ayuda que la de algún pionero, para intentar algo que parecía una quimera.

La petición tiene por objetivo poner en el punto de mira a aquellos jóvenes y sus familias que, casi  sin apoyo alguno de las instituciones, se proponen abrir nuevos caminos al desafío competitivo que no sean aquellos deportes que conoce todo el mundo;  Al apoyo institucional, sobre todo económico, a los valientes que emprenden una nueva aventura sin más fortuna que su propio talento. A la lucha desigual de David contra Goliat. En la que a veces, como hemos podido comprobar esta semana, gana David.